Historias y Anegdotas Sansanas

Cañón del Patio del Internado


Uno de los sitios de la Casa Central de la USM que ha quedado en nuestra sansana memoria es el Cañón del Patio del Internado (lo seguiremos llamando así “el patio del Internado” aunque a las nuevas generaciones quizás el nombre del Internado no les dice mucho). La vista hacia la Bahía de Valparaíso, la tranquilidad de los jardines, la Estación Barón, la vista hacia el Pacifico han quedado imborrables a pesar del paso del tiempo.

 

Personalmente, el Cañón lo relaciono con el terremoto de Julio de 1971, que nos encontró a los que vivíamos dentro de la USM, tipo 11 de la noche. El cañón fue inconscientemente nuestro lugar de resguardo donde nos reunimos a los minutos, para ver desde ahí el movimiento y las sirenas de emergencia de los barcos en la  bahía. Después de todo éramos un montón de “niños chicos” que jugábamos a ser “universitarios”.







Técnicamente, nuestro cañón-sansano es un cañón de avancarga (que se carga por la boca),  del tipo Armstrong, probablemente construido para el British Royal Navy en Inglaterra a mediados de los 1800s. El calibre es aparentemente de 10 pulgadas, y va montado en una plataforma giratoria que era accionada en forma mecánica o hidráulicamente desde una torrecilla donde se colocaba el apuntador. La siguiente foto histórica muestra un cañón “hermano-gemelo” al de nuestra USM. Los personajes de la foto NO son sansanos de la época antigua, sino que soldados ingleses de mediados de 1800.



La Pensión Miervaldis y el Túnel Secreto al Fuerte Pudeto





Ocurre que cuando ingresé a la USM a mediados de los 60s, viví en una pensión de la calle General Bari, que quedaba bajando del monumento de la calle Placeres. La pensión era de un letonés de apellido Miervaldis. Por la ventana de una de las habitaciones posteriores de esa casa, se acercaba a veces una muchacha llamada Diana, quien vivía en un antiguo caserón, detrás de un pasaje, el Pasaje Gounod, quizás en honor a Charles Francois Gounod compositor francés de los 1800s. El caserón que había tenido días mejores, tenía una pileta delante del frontis, pero ya estaba en ruinas, sin agua y con tierra y escombros.

 

Un día cualquiera estaba yo conversando con Diana a través de la ventana de mi habitación posterior a la casa e hice algún comentario que no recuerdo. Ella sonrió y me pidió que fuera hasta su casa. Mientras esperaba en el patio observé la casa de dos pisos, con vista al mar e imaginé que esta había tenido un pasado fastuoso, ya que se encontraba casi en línea, siguiendo el borde del cerro, detrás de la casa del rector.

 

Al poco rato salió Diana portando un viejo album de fotos. Me las comenzó a mostrar y noté como ella disfrutaba al ver mi rostro de asombro. Se trataba de fotos del viejo Fuerte Pudeto. Aparecía el cañón que luego fué trasladado a la zona del internado. Creo que había otros cañones más de la artillería de costa.

 

Se veían soldados con uniformes que me recordaban a los soldados de la película ”El acorazado Potemkin”, del cineasta ruso Einsestein. Y de pronto aparecieron fotos de un alto oficial con aire de superioridad. Ahí Diana me dijo que era el abuelo o bisabuelo de ella. Se trataba del General Bari, el que dio nombre a la calle donde estaba mi pensión. El General Bari era en la época de las fotos, el jefe del Fuerte Pudeto.

 

Las sorpresas no terminaron ahí. Diana me llevó hasta una puerta lateral, por la que bajamos a un pequeño sótano. Ahí me mostró una antigua arcada que estaba enladrillada. Diana explicó sonriendo que esa era la entrada del TUNEL. Era un túnel que conectaba la casa del Jefe del Fuerte Pudeto, con el fuerte mismo. Quedé con la idea de que el túnel pasaba por debajo de la cancha de fútbol, pero en realidad este punto no me quedó claro....


 

Primera Admision a la UTFSM mediante Tarjeta Optica

Pablo Icaza

Este sabroso relato, me produjo espasmos al tercer día sin Dormir, debe haber sido tipo Marzo 1976 que el departamento de computación (antes habían dos departamentos uno académico donde yo hacia una especie de ayuda a los alumnos de cursos anteriores y otro de proceso, que eran los dueños del Mainframe y se procesaban tanto las tareas de los alumnos como los proceso de una Universidad, tales como la contabilidad , remuneraciones, etc) estos últimos ofrecieron una tecnología de “Punta” que IBM les puso en su Nuevo 370 125 y les aseguro que el examen de Ingreso tendría los resultados casi al otro día. Para lo cual algunos de los Genios de ese departamento diseñaron una tarjeta parecida a la que se hacia en aquellos tiempo la Prueba de Aptitud Académica , que así se llamaba en esa época , pero el o ella al mandarlas a imprimir en un color , mas hermoso para el o ella, sin haber investigado si esto se podía, con tan mala suerte que no funcionaba y hacia que la marca con el Lápiz Grafito Nro 2, se confundiera con la impresión…. Osea todo un desastre.

Como buen Chilito después de una semana aun no se tenían los resultados, yo no se exactamente lo detalles de esto pero un día Matamoros de la parte académica me llamo, y me dice – Pablo, necesito que tu des una solución a esto, porque o sino el prestigio de esta universidad se ira por los Suelos – Y yo le respondí mire Don Claudio, usted sabe que yo soy todo terreno, pero necesito al menos un día y los manuales de la tecnología para estudiar el problema. Y recién después podría ver como damos solución. El mismo día me entregaron el manual IBM de la Tecnología de las Tarjetas OCR, y por supuesto en Ingles, como eran todos los manuales de IBM. Durante el día Diccionario en Manos porque Yo era de San Rosendo y no sabia bien Ingles, me estudie la Tecnología y al día siguiente a primera hora me fui a hablar con el profesor Matamoros y le dije -Don Claudio el error se produjo por el Color de las tarjetas osea es un Grabe Error y no hay solución a menos que se digite todo de nuevo.- y el pobre Claudio que se dializaba a Diario se empezó a poner Pálido, lo que era muy difícil porque el de por si era moreno y la diálisis lo tenia café. Y me Responde -Pablo pero que podemos hacer Ya te dije que acá la UNIVERSIDAD esta comprometida- y yo le respondí -Don Claudio Yo lo único que le puedo ofrecer, intentar una solución, pero Yo requiero a mi entera disposición el Mainframe IBM 370 125 con todos sus manuales, y con un buen operador a mi disposición como para hacer diferentes pruebas y ver si se vislumbra alguna solución. (Nótese que esa época nosotros trabajamos entregando en una ventanillas un maso de tarjetas y al otro dia nos entregaban el maso mas un listado del proceso) . Y Claudio me dijo dejame verlo y te aviso. Y yo me fui a mi pensión, (Yo vivia en esos entonces en Chorrillos Viña, como Pensionista en la casa de mi amigo John Powditch Kelly mas British que los Toffies, donde Vivía Yo, Mi hermano Antonio, Mi amigo John su hermana menor Gloria y la Tía Julia que le decíamos de cariño por entonces Viuda y la Abuela paterna de John quien era la dueña de la casa de la calle Souther, y que era Nacida y Criada en Londres, El padre de John había Fallecido en Talca. Y al otro día fui nuevamente a ver a Claudio, quien me dice Pablo Este fin de semana tienes a tu entera disposición el Mainframe y al mejor operador Enrique Tapia desde el Viernes a la 7 pm hasta el Lunes a la 7am. Yo le respondo Ok perfecto vengo entonces este Viernes.

Yo el Viernes tipo 6 am llegue a la Universidad preparado con un sanguche para iniciar mi trabajo, Hable antes con el Kiko Tapia que yo ya lo conocía, y le dije -Asi que cumpa preparece porque este Hueso Duro tenemos que solucionarlos en estos 3 días, y el Kiko me dijo que para eso estábamos. Yo también le dije que requería el manual de la lectora de Tarjetas como para ver que podemos mejorar. Y por supuesto las tarjetas de las respuesta de la prueba de admisión a la UTFSM. Me paso el Manual y Yo con mi diccionario Ingles Español que me había regalado la abuela de mi amigo John, empece estudiar el tema. Y LE INDIQUE AL Kiko QUE PARTIERA HACIENDO COMPLETO EL PROCESO COMO PARA EVALUAR EL Impacto. Y COMO ANTE UN ERROR LA LECTORA DEJABA DE LEER ERA UN CAOS TOTAL.

Y de un total de unas 10000 tarjetas el rechazo era del 90%. y ahí espese a configurar diferentes alternativas como hacer que el OCR se enfocara a solo un sector de la tarjeta y diferentes contrastes y opciones logre, ya ni me acuerdo a que hora pero ya era Sábado a procesar el 50%, seguía el desastre pero todo un logro igual.

Y como Ya no habían mas opciones que probar la única salida era hacer un programa con la pantalla de la consola de tal forma que este te presentaba el Error y la interface Humana tomaba decisión de la solución, pero nunca se había programado una pantalla 3270, porque no habían, y la pantalla del operador Yo al menos era primera vez que la veía, osea a estudiar nuevamente, con el Diccionario de la Abuela de mi amigo John, y el lenguaje solo podía ser Assembler que yo afortunadamente me peinaba, y Ya el domingo con el Programa Funcionando yo me quede en la Consola y el Kiko en la lectora de tarjetas y así una a una fuimos solucionado el problema hasta completar el 100% a ultima hora de la noche del día Domingo osea dentro del Plazo. 

 



Dejamos la información procesada y nos fuimos con Kiko a comer al Parron. Y Luego Yo muerto de cansancio me fui a la pensión a Dormir, no me acuerdo a que hora pero me dormí hasta el dia Lunes en la Tarde y la Tía Julia me contaba que yo daba unos saltos de un metro en la cama, que todos estaba asustados.


Vampiros en el F (Pedro Serrano)

 

La rama de judo de la UTFSM había ganado el campeonato interuniversitario de Judo, donde también competían la escuela Naval y la Infantería de Marina, estos últimos grandotes, bien alimentados y súper entrenados, que entraban al “dojo” tiesos y muertos de nervios, anda a saber tu por que amenazas del sargento. Era un lujo ver como un sansano, flacucho, alimentado principalmente por repollito en todas sus variedades, era capaz de dar vuelta y derrotar esas moles, con pura técnica, velocidad e inteligencia, aprovechando la fuerza del oponente, las claves con que Takaki Sato, nuestro fantástico entrenador japonés, nos formaba en el arte del “camino suave”.


Nos fue tan bien, que el primer equipo entró al seleccionado Pre- Olímpico un desafío mayúsculo donde competiríamos con la flor y nata del Judo chileno, por un cupo a las soñadas y remotas olimpiadas.


La rama de judo entrenaba con tatami nuevo y trajes recién llagados en el dojo que estaba en el subterráneo del F, y en el F, llamado Internado Mar, Vivian internos varios judokas. Incluido el funcionario encargado del edificio, Enrique Ilabaca, también compañero del equipo.


Reunión: el Chico Ponce, Fernando Muñoz, Fernatincha para los amigos, y el loco Serrano, decidieron que había que entrenar el doble y alimentarse mejor. Esto último estaba difícil, así que decidimos en un gesto de sansana demencia, ir en la madrugada al matadero de Portales a tomar sangre, sangre liquida caliente, recién sacada, nada de niache, que era el coagulado con cebollita picada y aliños.


Esa noche habiendo saltado el muro, íbamos decididos en filita, por las sombras de la Avenida España, los futuros vampiros con su choqueros UTFSM en la mano. A ver y saborear lo desconocido. Todo sea por el Judo, nos repetíamos como un mantra.


 


Tocamos el timbre del gran portalón y nos abre, curioso, un hombre más bien bajo, increíblemente grueso y con cara de seguro asesino, matarife, con así un cuchillo en la mano. Nosotros con la voz delgadita: “oiga mire venimos a tomar sangre”, El tipo nos mira y lanza una risotada de película de terror y nos invita: “llegan justo cabros le tenemoh un buen corderito listín pal cuchillo” , ¿traen vasito?, sí dijimos medios tembleques y los tres mostramos al unísono el choquero UTFSM.


La escena del crimen fue rápida y violenta, el Matarife puso solito un cordero gordo sobre una canal y rápidamente le atravesó la garganta con un estoque. ¡Ya poh, pongan el jarrito en el chorrito y tómensela al tiro antes que coagule!. Nosotros pálidos, en un escenario dantesco, con10 matarifes matando y destripando, cual mas feo que el otro, en un jolgorio de insana locura, digno de otro cuento, nos agachamos, llenamos el jarrito y sin mirar, tomamos los jarros llenos. Uno tomó y se desmayó, no voy a decir quien. Volvimos como flotando casi inconscientes e intemporales, saltamos el muro y subimos la escala en segundos. Creo que desperté al día siguiente como a las 3 de la tarde. Y claro, funciono.


Carrera de Chanchas UTFSM (Pedro Serrano)


Había que ganar esa carrera, la carrera anual de chanchas de la UTSFM. El vehículo debiera soportar la bajada desde la Plaza de la Conquista bajar por avenida Matta, girar por el obelisco, tratando de no pasar de largo a la farmacia, doblar por portería Placeres y bajar por la curva del comedor, seguir por la calle interior hasta llegar a la avenida España. justito debajo del testamento tallado en la piedra de Don Federico. De allí había que subir la escala con la chancha hasta la entrada del edificio “A” al pié de la torre.




Me propuse hacer una Chancha diferente…Un chasis de tubos soldados, con unas rueditas con borde de goma, que me conseguí en la feria de Avenida Argentina, en vez de los tradicionales rodamientos embutidos en un palo. Bueno, yo de soldar sabía un carajo, pero igual me puse a soldar por allí. Y como buen inexperto me “pilló el arco”, después de pegar muchas veces el electrodo, con la falta de práctica, miré, yo diría un microsegundo, y el ultravioleta hizo lo suyo. Terminé la pega, quedo bien firme y me fui a dormir. No dormí nada, con los ojos como llenos de arena, me dije, “la embarré”. Tres días con los ojos tapados me dijo el doctor, tiene quemadas las corneas. Aparte del enorme respeto que les tuve para siempre a los soldadores, tenía mi chanchita lista para la próxima semana.


Bueno, un carrito demasiado rápido necesitaba frenos, el de las chanchas es inmejorable: dos trozos de neumático viejo cocidos con alambre detrás y el trabajo indispensable del segundo tripulante de las chanchas, que era una fuerza incansable para empujar y peso para, en la curvas, pararse en los trozos de neumático y frenar contra el suelo.


Por eso mi compañero de equipo fue Eric Robles Latoja, Chocolo Robles, peso pesado del equipo de Judo, yo solo era medio mediano y servía de conductor. Lo importante era hacer un buen equipo, alguien capaz de empujar rápido en los planos y frenar con el pie correcto según la curva, era vital para no terminar desarrapado en el pavimento o volcado contra una solera.


Bajamos como las velas, liderando todo el trayecto, curvas bien dadas y velocidad controlada, coordinado a los puros gritos en el fragor de la bajada sin amortiguadores, que copiaba en el asiento y los fierros toda la topografía de la calle. El último tramo de bajada y en curva fue épico, pasamos bajo el túnel del balcón de la escalera que da sobre Avenida España y Chocolo pega la última frenada debajo del testamento.


Nos paramos y celebramos, gritando de emoción y adrenalina. De pronto, vienen bajando los competidores, no todos llegaron, hubo varios descalabros, golpes y heridos. Nos acordaron que el final era arriba de la escalera con la chancha y partimos subiendo con el equipo segundo pisándonos lo talones. Pero los dos éramos de Villa Alemana, bajábamos del tren en Portales, veníamos rápido por las líneas del tren, saltábamos el muro de ferrocarriles, cruzábamos el puente de Av. España y subíamos corriendo todos los días las escaleras. Estábamos sobreentrenados, ganamos.







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